Los macarons son pequeñas joyas de la repostería francesa. Son delicados, elegantes y deliciosos, pero también pueden ser un verdadero desafío para los reposteros, incluso para los más experimentados. Aquí te revelamos los secretos detrás de los macarons perfectos.
Elección de los ingredientes
Un buen macaron empieza con buenos ingredientes. Es importante usar almendra molida muy fina y azúcar glas de buena calidad. Además, se necesita merengue. Este puede ser merengue francés o italiano, aunque hay una ligera preferencia por el merengue italiano debido a su estabilidad.
Preparación de la masa
La preparación de la masa es un momento crucial. Para obtener una textura lisa y una buena elevación, se necesita mezclar bien, pero no demasiado. La técnica de este proceso se conoce como macaronage.
Cocción
La temperatura y el tiempo de cocción son fundamentales. Demasiado calor y los macarons se agrietarán. Demasiado poco calor y quedarán demasiado blandos. La mejor opción es un horno precalentado a 140°C durante 12-15 minutos.
A continuación, te ofrecemos una receta detallada para hacer macarons perfectos:
Ingredientes
- 125g de almendra molida muy fina
- 225g de azúcar glas
- 110g de claras de huevo
- 30g de azúcar
- Colorante alimentario (opcional)
Pasos a seguir
- Tamiza la almendra molida y el azúcar glas juntos. Reserva.
- Bate las claras a punto de nieve. Añade el azúcar y sigue batiendo hasta conseguir un merengue firme.
- Incorpora la mezcla de almendra y azúcar glas al merengue, poco a poco, mezclando suavemente con una espátula.
- Cuando la masa sea homogénea y lisa, añade el colorante (si se desea) y mezcla bien.
- Pon la masa en una manga pastelera con boquilla redonda y hace pequeñas porciones sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear.
- Deja reposar los macarons a temperatura ambiente durante unos 30 minutos antes de hornear.
- Hornea a 140°C durante 12-15 minutos.
- Deja enfriar completamente antes de despegar los macarons del papel.
Con estos trucos y esta receta, tus macarons saldrán perfectos cada vez. Recuerda, la práctica hace al maestro.
